Cuando Miguel & Itziar contactaron con nosotros para hacer su boda en Bakio, en su preciosa ermita de San Pelaio y celebrarlo en el increíble Restaurante Eneperi Jatetxea, la verdad, es que no teníamos ni idea de lo que nos íbamos a encontrar ese día…. Con el tiempo y después de hacer un viaje a las localizaciones para ver el lugar, tanto Eva como yo, nos conmovimos cuando nos asomamos al horizonte y vimos la increíble vista de la ermita de San Juan de Gaztelugatxe, sus increíbles acantilados y, sobre todo, la paz del lugar. Un poco después, y leyendo sobre el tema, dimos con el porqué de el lugar y, sobre todo, dimos con el porqué de que Miguel & Itziar fueran precisamente como son…..
Como os he contado en otras ocasiones, siempre que los novios me lo soliciten, intentaré plasmar en una pequeña historia, con vuestra ayuda, un pequeño cuento inventado sólo para vosotros, espero que os guste.
Esta vez nuestra historia se basa en una leyenda Vizcaína que dice que San Juan, una vez que desembarcó en el puerto de Bermeo, dando tres pasos dejó grabadas 4 huellas en el camino, 3 que se encontraron fácilmente y una cuarta que permaneció oculta durante mucho tiempo……. En esta ocasión nuestro cuento, Miguel & Itziar, comienza así…..
…. Si sólo se parara el tiempo un instante, para ver que nuestro amor es tan cierto como mi vida contigo…. , se repetía, una y otra vez el corsario de nuestra historia. Sé que nunca podré alcanzarla, ella es de gran familia y yo sólo, un simple guerrero, se repetía una y otra vez….
…. No es más fuerte lo que sientes que lo que deseas, no es más verdadero que el amor rompe las cadenas de lo establecido y porqué no buscar siempre lo prohibido, lo soñado o simplemente, buscar lo que uno desea por encima de todo…. Le dijo una pequeña voz que salía de aquellos acantilados.
…¿Quién eres y, sobre todo, porqué me dices eso?, gritó asombrado nuestro corsario, mientras veía desvanecerse una pequeña luz sobre las interminables escaleras del castillo.
Aquella noche se mezclaron los susurros del mar con los fugaces sueños de nuestro corsario. Pero al llegar la mañana, él sabía, perfectamente, qué tenía que hacer y dónde debía ir, ya que siempre había sabido cual era la meta…
Tres lugares había soñado, donde debería enfrentarse a sus miedos más profundos, tres pasos que seguir, tres huellas que dejar para labrar su camino.
En el primer lugar, se encontró a la diosa de lo cotidiano, donde todo parecía salido del día de ayer, donde nada emocionaba y donde él tuvo que luchar con todas sus fuerzas con el recuerdo de su princesa. … “Siempre te amaré, y cada día será el comienzo de nuestra historia”…, se repetía, una y otra vez, para pasar la dura prueba de su día a día. …Siempre dejaré mi huella grabada para saber que cada día tengo que luchar por nuestro amor…
En su segunda prueba, se encontró con el dragón de lo establecido, con el cual luchó y luchó para que la imagen de su amada siempre estuviese como aquel primer día, aquellos ojos dulces y su semblanza tranquila, eran todo lo que necesitaba para descansar por siempre. Luchó y luchó mientras en su cabeza, una vez más, no paraba de susurrarle, …“Ella es lo único importante en esta vida, Ella siempre estará allí, esperando a que llegue, esperándome solamente a mí…”
¡Por fin! llegó a su tercer desafío, pero esta vez no había ni fieras, ni luchas, ni malvadas diosas, ni siquiera dragones enfurecidos, sólo se encontró con una viejecita, de dulces ojos y mirada tranquila que, sentada en una roca mirando al mar le dijo:…. Increíble muchacho, aún eres muy joven y tienes que vivir, aún tienes que soñar con otros mundos y no quedarte en el nuestro. Vive aventuras y con el paso de lo años ya llegará la hora…. No sé si fueron las palabras de aquella viejecita o realmente la imagen de su amada que no se podía sacar del corazón, pero él respondió de la única manera que era posible responder en esta prueba de su sueño……..
…. Ella es mi vida, mi mundo y, todas las aventuras que quiero recorrer, están a su alrededor. No me hace falta ver otros paisajes, ni tierras lejanas, ya que, sólo con ver sus ojos al despertar cada día de mi vida, estoy seguro de que soñaré con todo ello. Y que cada vez que nos miremos, sólo por un instante, se parará el tiempo, sólo por un instante soñaré que nuestro amor es tan cierto como mi vida con ella….
La viejecita sabia, sólo tuvo que esbozar una leve sonrisa para que nuestro corsario se diese cuenta que todo había sido un sueño y, sólo tuvo que darse la vuelta para ver que los ojos de su amada acariciaban su mejilla, como siempre había sido, como ellos lo habían querido, como tenía que ser……
Si os habéis dado cuenta, en esta historia sólo nos queda un paso, para que sea igual que la leyenda…. Creo, Miguel & Itziar, que este último paso es el que escribiréis juntos por siempre y, al igual que en la ermita de San Juan de Gaztelugatxe, no importa lo perdido que se encuentre, porque estoy seguro de que vosotros lo lograréis encontrar juntos, SIEMPRE JUNTOS….
Ante todo, perdonar a este humilde fotógrafo, por la torpe historia pero sólo pretendo recordar el día de vuestra boda con la emoción que pudimos vivir, tanto Eva como yo, al estar junto a vosotros. ¡Muchas gracias chicos por dejarnos formar parte de vuestras vidas!, dejándonos disfrutar de cada momento de vuestra preciosa boda y, sobre todo, ¡muchas gracias! por habernos elegido a Eva y a mí para hacer que vuestros momentos se conviertan en recuerdos para toda la vida…. Aquí os dejamos el resumen de vuestra increíble boda, espero que las imágenes os gusten tanto como a nosotros poderlas capturar junto a vosotros y, recordar una vez más, que para nosotros lo importante es haceros “Vivir las fotos de vuestra boda…”
Un abrazo muy fuerte
Manuel&Eva