Cuando llegó Martina todo se iluminó. Eso es lo que me trasmitió esta preciosa niña en cuanto me miró con sus ojazos enormes y en cada disparo parecía que nos quería hablar. Fue una tarde increíble en la que Martina y sus papás estuvieron todo el rato dándose mimos y donde en cada rincón del salón, donde hicimos la sesión, se convirtió en un rinconcito de corazón .
Gracias David & Sheila por brindarnos la oportunidad de hacer que ese momento de vuestra hija se convierta en recuerdo para toda la vida.
Un abrazo
Manuel & Eva
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